El juego sirve para divertirse, entretenerse, hacer ejercicio y también para aprender. A través de sus reglas, los niños adquieren unos valores que les ayudan a su crecimiento y desarrollo madurativo. La imaginación, creatividad, la amistad y la frustración son algunos de los elementos que encontramos en los juegos. Al aire libre, en casa, en fiestas infantiles o en campamentos, todo vale si la finalidad es jugar. Os proponemos algunas ideas para que pongáis en práctica con vuestros hijos. Juegos originales y divertidos. Pero antes veamos las ventajas que tiene el juego sobre los pequeños.
Cuáles son los beneficios de jugar
Los niños disfrutan jugando solos o con otros niños. Si es al aire libre les permite correr, saltar y hacer ejercicio, disfrutar de la calle, del parque o de la naturaleza. Las ventajas de jugar son muchas y ayudan a los más pequeños en los siguientes aspectos:
- Desarrollo físico y psicomotor
- Estimula la curiosidad
- Creatividad e imaginación.
- Relaciones interpersonales
- Estimula los sentimientos afectivos y emocionales
- Les ayuda a enfrentarse a la frustración y aprender a ganar y a perder.
Juegos en grupo
¡Qué importante es poder compartir una actividad con los amigos! Cuando vamos a preparar juegos en grupo lo importante es comprobar las edades de todos, si son homogéneas o no. Hay que adaptar el juego a todos. Y el otro punto a tener en cuenta son las reglas. Explícalas bien y asegúrate de que todos lo han entendido correctamente. ¡Vamos a jugar!
Simón dice
Uno de los juegos en grupo muy entretenido. Uno de los niños hará de Simón, que es quien da las órdenes y los demás deben cumplirlas. Por ejemplo, Simón dice: «hay que tocarse la oreja”, los demás tienen que hacerlo, pero si la orden no empieza por “Simón dice”, entonces esa instrucción no vale y queda eliminado el niño que lo haga. Hay que estar muy atento a lo que dice Simón.
El juego del pañuelo
Muy divertido y recomendado para hacerlo en espacios abiertos. Se forman dos equipos con el mismo número de niños. A cada uno se le asigna un número, que estará emparejado con el equipo rival. Otro niño hará de juez con un pañuelo en la mano e irá diciendo en voz alta cada vez un número distinto. Los participantes que lo tengan tendrán que salir a coger el pañuelo. Hay que ser muy rápido e intentar cogerlo primero y no ser pillado por su contrincante.
El juego de las estatuas
En las fiestas infantiles es uno de los juegos estrella. Solo hay que buscar una música con ritmo y un espacio que sirva de pista de baile. Cuando pare la canción, los niños deberán quedarse quietos como estatuas, si no, pierden. Es una actividad divertida en la que el niño debe prestar atención y poner a prueba su equilibrio.
Lanzamiento de monedas
Un juego que ayuda a los niños a mejorar su coordinación de manos y ojos. Necesitas monedas y unos vasos de plástico, los más grandes que encuentres en el mercado. Reparte las monedas entre los niños y coloca los vasos a una distancia suficiente dependiendo de la edad de los participantes. El juego comienza con el lanzamiento de las monedas a los recipientes. El que más monedas meta gana la partida. Puedes usar en lugar de monedas, canicas o pequeñas pelotas de ping pong.
Juego de la cuerda
Se juega haciendo dos equipos, uno en cada extremo de una cuerda. Se marca en el suelo una línea central para separar los campos. Cada equipo tiene que hacer fuerza para intentar que los contrincantes crucen esa línea y de esta forma pierdan.
El escondite inglés
Es el popular juego en el que uno de los niños, que no debe mirar al resto de compañeros, dice en voz alta “1,2,3…al escondite inglés, sin mover las manos ni los pies”. El resto debe ir avanzando hacia el que la “liga”. Se van eliminando participantes si les pilla a alguno moviéndose. El juego acaba cuando solo queda uno, que será el ganador.
El escondite
Uno de los niños le toca contar hasta un número concreto, dependiendo de la edad de los participantes. Los demás deben esconderse. Según sean vistos, dicen su nombre en alto y queda eliminado, así hasta que no quede ninguno.
Polis y Cacos
Antes de empezar hay que hacer dos grupos. Se suele echar a suerte quienes serán polis y quien los cacos. Los que les ha tocado polis se colocan en una pared y cuentan hasta 20 o 30, mientras los demás se esconden. Cuando terminan de contar, van en buscan de los cacos y cuando los encuentran, los cacos tienen que correr para que no le pillen. Los que son pillados los llevan hasta un lugar determinado y van colocando allí a todos los cacos. Pero éstos se pueden liberar si un compañero llega hasta allí y les toca. Y el juego comienza de nuevo. Es una modalidad del tradicional juego del rescate, pero con otro nombre.
Balón prisionero
Es uno de los juegos más practicados en el patio de recreo de los colegios. Se dividen los participantes en dos equipos en una cancha, cada uno a un lado. De cada equipo hay un jugador situado en el campo contrario, fuera de los límites de la cancha, como una especie de “delegado”. Cada equipo deberá dar a los jugadores del equipo contrario con la pelota y que ésta caiga al suelo. El jugador “tocado” queda eliminado y se tiene que colocar con el compañero “delegado”. Así intentarán dar al máximo de jugadores y eliminarles, sin que cojan la pelota.
Juegos individuales
La principal diferencia es que se trata de juegos en los que se pone a prueba la capacidad de superación personal, la confianza y la autoestima del niño. Las propuestas que hemos elegido son variadas en función de la edad.
¡Veo, veo!
Tanto si son niños pequeños, alrededor de los 3 años que ya van adquiriendo un lenguaje más claro, como si son más mayores, se puede jugar con ellos a este entretenido juego. Podéis empezar vosotros, papás y mamás, buscando objetos que estén a vuestro alrededor. Siempre se puede dar pistas del color, forma o añadir letras. Es una actividad ideal cuando se realizan largos viajes en coche.
El ahorcado
Sólo necesitas una pizarra y una tiza o en su lugar, un folio y un lápiz. Piensa un objeto y escribe la inicial de la palabra, dejando los espacios en blanco de la letra completa. El niño te preguntará si lleva una vocal o consonante determinada. Si es afirmativo, lo escribes, y si no ha acertado, vas dibujando la silueta de un hombre ahorcado. Sólo se permite 7 fallos porque se habrá completado la figura y entonces el niño habrá perdido. Como sugerencia puedes preguntar al peque sobre sus juguetes, comidas o películas favoritas.
Piedra, papel o tijera
¿Quién no ha jugado a este clásico? Lo mejor de este juego es que no necesitas nada y puedes improvisarlo en cualquier momento y lugar. Es un juego de manos con tres elementos: la piedra que vence a la tijera golpeándola, la tijera al papel cortándolo y el papel gana a la piedra envolviéndola. Se utiliza también como recurso para decidir, entre dos personas, quien empieza algo.
Peonza
Se trata de un juego de habilidad y destreza. Sólo necesitas una peonza, que estará enrollada en una cuerda. El niño la lanzará al suelo para hacerla rodar. Parece fácil, pero tiene que sujetar bien la cuerda y que la punta de la peonza gire sin parar.
Ajedrez
Es el juego de estrategia por antonomasia. Muchos niños comienzan muy pronto a mover piezas del tablero y se convierten en unos excelentes ajedrecistas que ganan hasta a los adultos. Enséñale las reglas y echa una partida con tu hijo, a ver quién hace “jaque mate”.
Colorear
En invierno las tardes son más largas y frías. Si el tiempo no invita a salir a la calle, siempre puedes ofrecerle al niño hojas y pinturas para colorear y pintar lo que quiera. ¡Pon a prueba su imaginación! Podéis jugar al juego de adivinar qué está dibujado en el papel, sin llegar a terminar el dibujo del todo. Hacerlo por turnos, a ver quién adivina más objetos.
El yoyó
Seguro que al yoyó ya jugaban vuestros abuelos. Hay muchas variedades, de madera o plástico y todos unidos por un eje central donde va una cuerda que hay que enrollar para luego soltarla. Consiste en subir y bajar la cuerda sin que se suelte. Con la práctica se consigue mucha soltura. ¡A ver cuánto aguanta el niño subiendo y bajando el yoyó!
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